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martes, 4 de agosto de 2009

Perspectivas y Estrategias de México y del Reino Unido en Capacitación para Metodología de Investigación en las Ciencias Sociales

Antes de seguir reflexionando acerca del programa de capacitación en métodos visuales organizado por la Universidad de Leeds (contribuciones del 29 de abril y 18 de mayo de 2009) Meta:reflex considera oportuno contextualizar y ubicar el espacio que ocupa ese programa dentro de la estrategia británica en materia de metodología para las ciencias sociales, con algunas consideraciones del caso mexicano.

Formación Internacional de Investigadores Mexicanos

México es uno de los pocos países latinoamericanos que ha contado con una consistente política de estado que canaliza montos substanciales de su presupuesto para mejorar su sistema de investigación, con perspectiva de largo plazo. Así ha ocurrido durante las últimas cuatro décadas. México se fijó la meta de generar un sistema de ciencia y tecnología acorde con las necesidades prioritarias del país, para solucionar problemas nacionales específicos, y que contribuya a mejorar la calidad de vida de su población. Para alcanzar estos objetivos nacionales, se creó en 1970 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Por este conducto el estado mexicano fomenta el desarrollo científico y tecnológico del país apoyando proyectos nacionales de investigación científica; estimulando la vinculación entre los procesos productivos y la academia mexicana; promoviendo en las empresas nacionales calidad, competitividad e innovación tecnológica.

En la medida que lo han permitido las recurrentes crisis económicas y políticas por las que ha atravesado la sociedad mexicana entre 1970 y 2010, el sistema de formación científica mexicano ha contado con presupuesto para becar a sus recursos humanos dedicados a la investigación para que acudan a programas presenciales de tiempo completo, en cualquier parte del mundo que ofrezca los mayores niveles de calidad en formación y producción científica a nivel internacional. Una razón de esas becas es la substancial diferencia que existe entre la menor infraestructura, presupuesto y personal dedicados a la investigación académica en México y la disponible en los países donde se realiza la mayor parte de la investigación de frontera como los Estados Unidos y el Reino Unido.

Por razones más bien circunstanciales y no necesariamente calculadas, en los Estados Unidos y en el Reino Unido se generaron sistemas de ciencia y tecnología globales. En ambos casos dichos sistemas son un componente estratégico para fines nacionales, pero su producción científica se realiza con una visión universal que contrasta con la perspectiva nacional del modelo mexicano.

La solución de becar a estudiantes mexicanos para que se capaciten fuera de su país tiene sus bondades pero también limitaciones. Una de éstas es que los investigadores formados en centros de excelencia difícilmente pueden generar la clase de conocimiento al que aspira la política mexicana, si trabajan sin continuar vinculados formalmente al sistema de redes de investigadores de las universidades en las que se formaron o en las que modernizaron su capacitación. La infraestructura nacional tiene que transformarse en forma coherente con los procesos de formación de sus investigadores a nivel internacional. Haberse graduado en un ambiente académico de alto nivel internacional es insuficiente si no se complementa con la infraestructura de un sistema de investigación que vaya mucho más allá de la ayuda financiera para sufragar colegiaturas y gastos de manutención. Cabe aclarar que los programas de beca referidos cubren sólo una parte del costo involucrado en realización de estudios doctorales modernos, basados en proyectos empíricos en vez de meramente especulativos. Esto obedece en parte a la idea de que el becario recibirá toda su capacitación en la universidad donde se matriculó, lo que resulta erróneo, al menos en el sistema británico.

Reino Unido

La naturaleza universal del conocimiento científico impone un reto para conciliar la formación internacional de científicos y la visión nacional. Este reto no es exclusivo de países como México. Por ejemplo, en el propio Reino Unido se tiene conciencia de que a pesar de su amplia y robusta infraestructura para (i) formar investigadores y (ii) realizar investigación en ciencias sociales, es necesario complementar el sistema local con otros componentes que actualicen y optimicen cotidianamente los conocimientos y formación de los investigadores. El doctorado (‘Ph.D.’) es un grado académico que no se otorga por demostrar que se posee vastísimo conocimiento sobre un tema o en alguna disciplina, sino por demostrar que se tiene la capacidad para generar y responder preguntas de investigación relevantes a la ciencia contemporánea. Saber cómo realizar investigación es esencial. Por ello resulta poco promisorio esperar que la planta de investigadores de un país genere nuevo conocimiento a partir del uso de las metodologías convencionales aprendidas a nivel estudiantil. Al respecto, cabe revisar algunos aspectos del modelo británico.


ESRC

Uno de los motores centrales del sofisticado aparato a través del cual se realiza investigación en el Reino Unido es el Consejo para la Investigación en Ciencias Sociales del Reino Unido (ESRC). En esta contribución nos centramos en la Iniciativa para el Desarrollo del Investigador, que es un fragmento de la gigantesca estructura del ESRC. En contribución futura Meta:reflex incluirá algunas reflexiones acerca del NSF de los Estados Unidos, que es una organización similar al ESRC británico.

Como parte de la estrategia institucional del Reino Unido para procurar el óptimo desarrollo de la investigación en ciencias sociales, el ESRC estableció la Iniciativa para el Desarrollo del Investigador (RDI) que promueve la capacitación de investigadores en ciencias sociales en cualquier fase de sus respectivas carreras. El objetivo es desarrollar la infraestructura de capacitación óptima para impulsar la formación de investigadores de manera sistemática. Con esa finalidad, la iniciativa RDI busca facilitar la producción y aplicación de un amplio rango de actividades y recursos, incluyendo actividades encabezadas por estudiantes; capacitación de estudiantes de investigación y de investigadores profesionales a lo largo de sus carreras; eventos regionales, y el desarrollo y aplicación de nuevas herramientas y paquetes para efectos de capacitación. La iniciativa RDI trabaja en forma coordinada con otras actividades y recursos del ESRC como el Centro Nacional para Métodos de Investigación; el Servicio de Datos Económicos y Sociales; El Centro Nacional para e-Ciencias Sociales; así como la redes para generar y ampliar la capacidad de investigación en Gales y Escocia; y el Programa de Métodos de Investigación.

La iniciativa RDI se ha venido materializando a través de una serie de rondas multi-temáticas, que agrupan diversos aspectos y temas estratégicamente seleccionados para su fortalecimiento por parte del ESRC. A continuación se presenta una muestra de algunos de dichos aspectos y temas que tienen particular relevancia tratándose de metodologías cualitativas, dentro de las tres primeras rondas. En esta colaboración se incluyen hipervínculos para facilitar al lector el acceso a las fuentes y detalles de los componentes mencionados.

La Ronda 1 incluyó los siguientes proyectos: Recolección y Análisis de Datos en Ciencias Sociales; Sociología viva: Investigación en Ciencias Sociales aplicando tecnologías digitales de información; Habilitando al Investigador en Ciencias Sociales para Analizar Información Cualitativa; Capacitando Investigadores en Análisis de Políticas Públicas y sus Implicaciones Prácticas; Vinculando Datos Internacionales a nivel Macro y Micro.


Cada uno de los proyectos mencionados se subdivide en varios temas específicos abordados. A manera de ejemplo, incluimos aquí mayores detalles del proyecto Recolección y Análisis de Datos en Ciencias Sociales. La selección de módulos presentada aquí se limita a métodos cualitativos ya que los aspectos metodológicos en esta Escuela de Verano son mucho más amplios. Los cursos específicos se enfocaron a: (i) Diseño de Investigación; (ii) Métodos de Investigación (Comparativos y del Caso); (iii) Recolección de datos (Encuestas; Entrevistas cualitativas y 'Focus groups'; Observación Participante y Sin-participación), y (iv) Análisis (Aplicando la teoría del discurso; Longitudinal y Comparativo; de Redes sociales, y de Políticas públicas).


La Ronda 2 incluyó los siguientes programas específicos: Capacitando a los científicos sociales en Metodologías de Investigación 'Online' (TRI-ORM); Etnografía, Lenguaje y Comunicación; Talleres de Alto nivel en Interdisciplina (ISSTI Massterclasses); Transitando de la información recabada al texto publicado: Exploraciones en Análisis, Redacción y Retórica para la Investigación Cualitativa; Programa Escosés para Capacitación Avanzada en Antropología Social; Generando Capacitación en Métodos Visuales; Capacitando al Investigador en el Ejercicio Ético de la Investigación en Ciencias Sociales.



La Ronda 3 incluye los siguientes programas: Capacitando Estratégicamente al Investigador para Capacitar; Construyendo Capacidades para la Investigación Empírica Socio-Jurídica; Capacitando a los capacitadores para construir y perfeccionar habilidades en consultaría y sicoterapia; Geo-Refer 2: Respondiendo a las necesidades del investigador en geo-referenciación; Lineamientos éticos: Capacitación online y guía practica para el proceso y los procedimientos de la investigación en ciencias sociales.



La Ronda 4 está en proceso de definir su contenido. Igual que las rondas anteriores, se trata de un programa con estrategia integral del sistema británico que incluye el Centro Nacional para Métodos de Investigación; el Servicio de Datos Económicos y Sociales; El Centro Nacional para e-Ciencias Sociales; así como la redes para generar y ampliar la capacidad de investigación en Gales y Escocia; y el Programa de Métodos de Investigación.

Aunque las rondas de la iniciativa RDI son abiertas a estudiantes de investigación, las mismas se dirigen primordialmente a investigadores que ya cuentan con el grado de ‘Ph.D.’; que son docentes en las universidades británicas y/o que tienen a su cargo la realización de diversos proyectos de investigación de mucho mayor alcance que los realizados por estudiantes de doctorado.

Algunas reflexiones y Propuestas

De lo anterior cabe destacar dos puntos: Primero, que la capacitación de las rondas comentadas es adicional a los programas mínimos de formación metodológica que las universidades británicas ofrecen a nivel de doctorado. Segundo, que la implementación de la iniciativa RDI involucra a la pluralidad de universidades británicas; esto es, el sistema universitario británico opera bajo una estrategia integral, en vez de atomizar sus recursos. Es erróneo asumir que incluso las célebres universidades de Oxford y Cambridge operan aisladamente del resto. En consecuencia, sería de esperar que todos los estudiantes de doctorado participen proactivamente en esta clase de programas interdisciplinarios en metodología, a lo largo de todo su proceso de formación. Sin embargo, la experiencia sugiere que ese nivel de participación ocurre en la minoría de los casos y en general de manera poco sistematizada.

La planeación y monitoreo estratégicos del aprovechamiento de oportunidades de los becarios de CONACYT y sus similares latinoamericanos, que estudian doctorados en el Reino Unido, contribuirían a la mejor capacitación de esos recursos humanos. Suplementar con esta perspectiva integral las estrategias actuales facilitaría también que los mismos becarios transfieran, hacia sus países de origen, la información, capacitación y experiencias que hayan adquirido en aspectos de metodología al interactuar con investigadores ya profesionalizados en los cursos de la incitativa RDI. Además, para maximizar dicha transferencia hace falta conceder mayor relevancia a diversos medios alternativos y/o suplementarios a la presencia física de los investigadores en sus países de origen.

La meta que México se ha fijado para generar conocimiento nacional, disminuyendo su dependencia del generado por la comunidad científica internacional, parece loable bajo el criterio de la soberanía. Esto es tomando en cuenta las ventajas políticas y económicas asequibles por los países que cuentan con investigadores altamente capacitados para generar conocimiento y tecnología de punta. Sin embargo, la aplicación inflexible de una política restringida al ámbito nacional implica un alto riesgo de redundancias. En muchos casos podría estarse financiando la mera reproducción de modelos desarrollados fuera de México. Visto con menor optimismo, el riesgo es destinar recursos humanos y materiales para financiar descubrimientos o inventos conocidos por la comunidad científica internacional. La naturaleza universal del conocimiento científico se contrapone a la eficiencia de una política de estado encaminada a generar ciencia nacional, en vez de generar conocimiento científico.

El grado académico de ‘Ph.D.’ es condición insuficiente para producir investigación que sea atendible por la comunidad científica internacional, sobre todo si los investigadores de un país tienen que sujetarse a limitantes y parámetros nacionales. Es improbable que los investigadores de punta incluyan en su agenda ordinaria la lectura de publicaciones en medios distintos a las revistas arbitradas internacionales. Dada la naturaleza global de la ciencia y en el contexto político contemporáneo, conviene revisar los efectos y la sustentabilidad de políticas públicas orientadas a formar científicos nacionales. Caso distinto es la meta de generar una infraestructura de fomento a la generación de conocimiento científico orientado a la solución de necesidades específicas de la población nacional. Una y otra perspectiva origina resultados distintos y por ello cabe subrayar el cuestionamiento acerca del grado de sensatez de una política de estado que concibe a la ciencia como un producto nacional, generado por nacionales en territorio nacional, con infraestructura nacional y para la población nacional.

Los estudiantes latinoamericanos de investigación en ciencias sociales que se forman en el Reino Unido optimizarían el tiempo de su presencia física en esa región si antes-durante-y-después de sus estudios comprenden que el sistema británico opera en forma descentralizada, aprovechando cooperación entre sus diferentes universidades. En el Reino Unido se comparten recursos materiales y humanos en una forma sistemática que es inusual en Latinoamérica. De este modo, la selección de una universidad para realizar posgrados es tan importante como las acciones que el estudiante lleve a cabo para usar la extensa red de organizaciones que constituyen el sistema académico británico.

Meta:reflex participa con creciente optimismo en la incipiente tendencia de colaboración inter-institucional en materia de metodología de investigación en México. Una propuesta para detonar el desarrollo y eficacia de esa tendencia es suplementar la política de becas con formas creativas para incentivar la generación de proyectos colaborativos inter-institucionales en materia de metodología, con la participación activa de las universidades que se realiza investigación de vanguardia en el mundo.

Dr. Oscar Alvarez-Macotela