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lunes, 27 de octubre de 2008

“Please mind the gap”: Formación para investigación individual vs. colaborativa

Algo cotidiano en Londres es la advertencia “please mind the gap” en el tren subterráneo para que los pasajeros consideren “antes de bajarse del tren” la distancia que existe entre los vagones y el andén al abrirse las puertas. La presente contribución hace un aviso análogo para que estudiantes de investigación; patrocinadores, docentes universitarios e investigadores académicos, reflexionemos sobre el reto e implicaciones que generan en la práctica la distancia entre diferentes modos de investigación, en particular el individual frente al colaborativo. Esto es porque, mientras los investigadores en formación suelen concentrarse en aprender y aplicar metodologías para proyectos en solitario, la investigación de vanguardia se realiza en equipo.

Una característica común de los libros de investigación en ciencias sociales es abordar sus temas asumiendo que la investigación se realizará en forma individual. Así, el material didáctico convencional aborda los principales métodos, asumiendo que el investigador se concretará ya sea a poner en práctica una o varias de las alternativas metodológicas, según lo requiera su proyecto de investigación. Es comparativamente mínimo el material didáctico en que se incluyen aspectos del proceso de investigación en equipo y de la investigación colaborativa. Pareciera que el tema de metodología para investigación en equipo fuese innecesario, pero este vacío comienza a cubrirse por parte de diseñadores de programas de cómputo para análisis cualitativo como Atlas.ti y NVivo, quienes incluyen información al respecto en sus manuales y guías de uso. Véase por ejemplo: Muhr y Friese (2004:262-269) y QSR International (2008:85-95). En este sentido, destaca el trabajo de Bresler et al. (1996) y el de Stiffman (2009).

Cabría cuestionarnos la congruencia entre el hecho de que la formación académica de los investigadores en el área de ciencias sociales sea casi exclusivamente orientada a la ejecución de trabajos individuales, frente al hecho de que la investigación de vanguardia se lleva a cabo en equipo y es por lo general interdisciplinaria. Más aún, este nivel de investigación involucra no sólo al conjunto de ejecutores de cada proyecto, sino también a los evaluadores del mismo en sus distintas etapas y para diversos propósitos como su financiamiento, monitoreo y estimación de resultados. ¿Cómo opinar sobre un proyecto de investigación colaborativa cuando se desconocen los retos e implicaciones prácticas del mismo?

La problemática es compleja y difícilmente se puede alcanzar el balance deseable. Habrá que ampliar la discusión al respecto y Meta:Reflex por su parte seguirá contribuyendo. Mientras tanto, cabe observar que una de las ventajas del estudio de programas de cómputo mencionados es que ambos han evolucionado teniendo en cuenta las necesidades de la investigación colaborativa a gran escala. Aprender esta clase de herramientas del investigador contemporáneo facilita el aprendizaje de técnicas y estrategias de trabajo probados por investigadores profesionales en diversas regiones geográficas y con diferentes enfoques metodológicos y temáticos, incluyendo desde luego la combinación deseable de métodos numéricos y cualitativos.

Por Oscar Alvarez-Macotela

Bibliografía citada en esta contribución

  • Bresler, Liora, Judy Davidson Wasser, Nancy B. Hertzog, y Mary Lemons (1996) “Beyond the Lone Ranger Researcher: Team Work in Qualitative Research”. Research Studies in Music Education 7 (1):13-27.
  • Muhr, Thomas y Susanne Friese (2004) “A5 User’s Guide to ATLAS.ti 5.0”
  • QSR International (2008) “Moving on in NVivo 8”.
  • Stiffman, Arlene Rubin (2009 próximo a publicarse) “Field Research Survival Guide”. Oxford University Press (ISBN10: 0-19-532552-4).