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viernes, 15 de agosto de 2008

El proceso de investigación: metáforas y analogías

A pesar de avances en la investigación social aplicada, aun persiste el modelo lineal (clásico) que refiere el proceso de investigación como una trayectoria recta y continua. Una práctica dónde el/la investigador(a), ajeno a la situación a la que se acerca a conocer, establece una serie de métodos para recolectar información que le permitan corroborar o eliminar hipótesis previamente establecidas. El modelo lineal haría pensar que uno puede concretarse a cuatro pasos sucesivos e irrepetibles: (1) elaborar una propuesta de investigación; (2) recolectar datos (como si se tratara de salir a cortar manzanas en un huerto sin problemas); (3) “analizarlos” y (4) redactar el articulo/tesis/reporte en estricto orden sin tener que volver tras en ningún paso.

Las limitantes del modelo lineal han dado lugar a un cambio de paradigma del proceso de investigación que empieza a transformar sus propias metáforas. Así, la imagen de línea recta fue primero remplazada por la del círculo. Bentz y Shapiro (1998) argumentan que este cambio es resultado de la creciente multi-disciplinariedad de los métodos de investigación. Su argumento es que las tradiciones multidisciplinarias son rebasadas por la innovación de métodos que respondan a las necesidades de los nuevos enfoques de estudio. Al romper las barreras disciplinarias se amplían las posibilidades de búsqueda a partir de lo que el/la investigador(a) elige como ruta para su recolección de información y análisis. A manera de representación, Leedy (1979, 2005) propone un modelo circular donde el investigador elabora ‘ciclos de estrategias’ para responder la pregunta de investigación inicial. Sin embargo, Leedy utiliza explícitamente la imagen de la hélice como metáfora de su modelo de investigación y con esto, aunque contribuye a desmantelar la idea de un proceso lineal estático, la metáfora —aun mecánica— deja fuera a el/la investigador(a) y su reflexividad del proceso.

La incorporación de elementos del pensamiento complejo a los procesos de acción investigativa (Morin 1986, Ibáñez 1998) nos ayudan a substituir la imagen del círculo cerrado y cronometral de Leedy (1979, 2005) por la imagen de la espiral, al considerar la reflexividad del sujeto investigador como elemento clave del proceso. Al visualizar el proceso de investigación como espiral se asume que el proceso en sí mismo está compuesto por diferentes ciclos o etapas pero que éstas no están desasociadas unas de otras, sino que se retroalimentan a partir de la reflexividad del investigador. De entrada, al delimitar el objeto de estudio se aplica ya un primer nivel de análisis que discrimina variables sobre otras. La clave es aprovechar los métodos y técnicas que existen para realizar investigación empírica bajo una estrategia que facilite consistencia y profundidad en el proceso de (a) generar preguntas de investigación pertinentes; (b) seleccionar métodos particulares para investigar el tema; (c) recolectar datos con fines exploratorios y corroboratorios pero abiertos a la reflexividad del proceso mismo; (d) examinar y procesar información hasta identificar evidencia que ayude a responder de mejor manera las preguntas de investigación iniciales; (e) identificar limitaciones y potencialidades de la investigación para generar nuevas preguntas. Lo importante aquí es incluir en la documentación, la reflexividad del investigador en el proceso, hilo conductor en el proceso de búsqueda.


Un paso más allá de la metáfora
de la espiral es la del bucle o rizoma (Jung 1963, Deleuze & Guattari, 1987). Desde esta perspectiva, el proceso de investigación sigue siendo una trayectoria en espiral, pero al enfatizar su interacción con el contexto reconoce la potencialidad de nuevas trayectorias a partir de la bifurcación. Desde el modelo lineal clásico las fracturas producidas por la desestabilización, desorden y ruido al protocolo de investigación son indeseables y se suprimen a partir de la reducción de supuestos teóricos o el control absoluto de condiciones experimentales. Desde la visión compleja estas interacciones son parte de la creatividad del propio proceso y es lo que definirá su trayectoria y el aprendizaje de y desde el mismo. Así el bucle se reconoce como parte de un rizoma, es decir de procesos espirales interconectados.

Quizás este es el momento de preguntarse cuáles son las implicaciones de estos ejercicios teóricos y sus metáforas en acciones concretas de la investigación. Para la investigación lineal una mera distracción que lo separa de su acercamiento tipo jeringa, preciso, pero desinfectado del contexto que le rodea, desde la que extrae información para ubicarla en categorías establecidas que satisfacen la necesidad de conocimiento fragmentado de su contexto. Para la investigación que busca explicar procesos sociales complejos, la metáfora de la espiral y el rizoma pueden ser dispositivos de diálogo entre la investigación como acción y sus múltiples componentes, donde se incluye a el/la investigador(a) y a los que observa como sujetos interactuantes. Así la investigación se asume como una trayectoria que modifica y es modificada por el contexto y a los hallazgos de investigación como resultado de un entramado social desde donde se puede aportar y discernir para transformar. Desde esa visión la investigación no es una aguja que atraviesa una trama sino un hilo conductor en la trama misma.

En ese sentido Meta:reflex es parte de un proceso de espiral en la que el giro actual está dado por nuestro interés como investigadores de ‘compartir la experiencia’. Pero también le reconocemos como parte de un rizoma mayor, que produce y es producto de bifurcaciones con otros procesos de aprendizaje y por ende, parte activa de la transformación de nuestro entorno.


bibliografía recomendada
Bentz, V. y Shapiro J (1998) Mindful Inquiry in Social Research. London: Sage

Deleuze, G & Guattari, F. (1976) Rhizome: introduction (Paris: Minuit, 1976).

Ibaniez (Editor) (1998) Nuevos Avances En La Investigación Social. La investigación Social De Segundo Orden. Madrid. Ed. Anthropos. (introducción de libro aquí)

Jung, C. (1963) Memories, dreams, reflections. New York: Pantheon Books.

Leedy, P (1993) Practical Research. Planning and Disign. 5ª. ed. McMillan. Estados Unidos. Introducción de libro, click aquí)

Morin E (1986) El Método: el conocimiento del conocimiento, Editorial Seuil.

Por: Patricia Almaguer-Kalixto